Al sur del estado de Oaxaca, en la región del Istmo de Tehuantepec, cerca del mar con un clima caluroso y con población prácticamente zapoteca, se escuchan los famosos sones istmeños, que ahora le dan la vuelta al mundo y están de moda gracias a la película Frida , estelarizada por Salma Hayek, y en la cual canta Lila Downs (aunque no luce todo lo grande que puede ser) y la legendaria Chavela Vargas, en voz de quien se escucha “La Llorona”, son que tiene miles de versos y que fue creado hace tantos años.
La historia de los sones del Istmo se remite, según algunos etnomusicólogos, al año de 1850: el día 3 de diciembre, para ser más exactos, fecha en la que se publicó en los periódicos El Monitor Republicano y El Siglo XIX que en una función a beneficio de la actriz y cantante María Gañate, se estrenó un jaleo andaluz de composición reciente con el nombre de “La Sandunga”.
.
En 1853, este popular tema sería llevado a la ciudad de Tehuantepec por Máximo Ramón Ortiz, y sería sembrado para fructificar en una serie de sones que son ahora la tradición musical de la zona. “La sandunga” es la abuelita de todos los sones del Istmo, incluyendo “La llorona”. Musicalmente, es cierto que son parecidos, no nada más en su tiempo valseado —aunque con características rítmicas propias ya que no es un vals, es un son—: también sucede esto porque el giro llamado en música “frigio” compone la armonía de todos estos sones.
Existen varias composiciones dignas de mención, tanto por su espléndida literatura como por su música cadenciosa y exquisita: “La petrona”, “La tortuga”, “Mediu xhiga” (es un son de boda que se baila durante largo rato y con unas jícaras que se van llenando de dinero: al concluir la música, lo que se haya juntado es para los novios). “La martiniana”, con letra del famoso escritor de la zona Andrés Henestrosa, además de nuevos sones como “Xquenda”.
Los instrumentos más populares son actualmente la banda de alientos , los tríos de guitarras, requinto y voces y la marimba, que aunque corre peligro de extinción en la zona, se sigue escuchando. En estos días, al igual que en otros poblados del país en los que la penetración cultural y tecnológica ha mermado las tradiciones, no es raro escuchar versiones de la música tradicional para sintetizadores y baterías eléctricas que alternan con cumbias y baladas de moda.
Fuente: HISTORIA DE TEHUANTEPEC
No comments:
Post a Comment