[...] No obstante, aun a pesar de su feliz obra, no habría trepado a la cima de la fama, de no haber sido objeto del poema que con su nombre compuso José Carlos de Luna. Otra creación con estrella. Lo malo es que El Piyayo no salió muy bien parado de él. José Carlos de Luna se permitió una serie de licencias poéticas tan amplias, que en realidad inventó un Piyayo que muy poco tenía que ver con Rafael Flores. Así por ejemplo, sí era reseco y renegro pero no chicuelo, disfrutaba de una talla más que mediana. Parece ser que jamás vivió en el Altozano ni que tuviera bajo su custodia a ningún nietecillo. También creemos falsa la imagen de borrachín con que nos lo pinta. Y sobre todo, ni era tomado tan a chufla por la gente, ni su arte era tan extraño, ni pedía limosna por tangos. Muy mal le cayó a Rafael esto último. Dicen que lo primero que objetó es que el no pedía limosnas. Hacía pagar su arte, simplemente.
[...]
Fuente: El arte de vivir el flamenco: el Piyayo
[...] Algunos entendidos han llegado a afirmar que el cante del ‘Piyayo’ no llegó a tener calidad cantaora, y menos, hondura, afirmación esta que, según la opinión de nuestro flamencólogo Rafael Arrebola, debería hacerse con prudencia y admitirse con mucha cautela, pues el ‘Piyayo’ fue, cuanto menos, un creador, algo que tanto falta en nuestra época, tan pródiga en cantaores de dudosa calidad artística. Su cante —asegura Arrebola— tenía una impronta personal e individual inaudita por entonces, hasta el punto de que se ha visto en él un artista original. Ahora bien, la creatividad de su cante no fueron, como alguien los ha denominado, los ‘tangos del ‘Piyayo’, aunque así esté recogido en la discografía de sus seguidores. Sus composiciones consisten, en realidad, en tangos, pero en ellos no se pierde nada de su esencia creadora, ya que están dotados de la particularidad de tener una estructura irregular, que lleva, y nos recuerda a cada momento, los ecos de la carcelera y de la guajira, forma de cante a la que él recurría para cantar letras de carceleras, como también para los romances. Por esto mismo, más bien debe hablarse de ‘cante del ‘Piyayo’. [...]
Fuente: RAFAEL FLORES NIETO, 'EL PIYAYO'
[...] Su biógrafo, Eusebio Rojas, nos indica que aportó al flamenco unos tangos conocidos como Cantes del Piyayo con la particularidad de que incorporan elementos de guajiras. Sus letras a menudo evocan anécdotas divertidas y burlescas. Su vieja guitarra se conserva en la Peña Juan Breva de Málaga. [...]
Fuente: wikipedia.org - El Piyayo
¿ Tú conoces al "Piyayo",
un viejecillo renegro, reseco y
chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y
hocico de raposo
tifioso,
que pide limosna por
"tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
Fuente: José Carlos de Luna - El Piyayo
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