Yo tengo que decirte la verdad
Aunque me duela el alma
No quiero de después me juzgues mal
Por pretender callarla.
Yo sé que es imposible nuestro amor
Porque el destino manda
Y tú sabrás un día perdonar
Esta verdad amarga.
Te juro por los dos que me cuesta la vida
Que sangrará la herida por una eternidad
Tal vez mañana puedas comprender
Que siempre fui sincero
Tal vez por alguien llegues a saber
Que todavía te quiero.
Aunque me duela el alma
No quiero de después me juzgues mal
Por pretender callarla.
Yo sé que es imposible nuestro amor
Porque el destino manda
Y tú sabrás un día perdonar
Esta verdad amarga.
Te juro por los dos que me cuesta la vida
Que sangrará la herida por una eternidad
Tal vez mañana puedas comprender
Que siempre fui sincero
Tal vez por alguien llegues a saber
Que todavía te quiero.
En su pueblo natal Sofronín Martínez con diez y siete años (1942) participa con la Banda de Pasacaballos y toca los platillos y en veces, el redoblante; la función rítmica en los metales de choques y en el redoblante lo preparan a línea percutiva a través de la tumbadora. En él se cumplió el proceso formativo de nuestros músicos que desarrollan sus primeras destrezas instrumentales en las bandas de música, y luego, en las orquestas.[...]
No hay duda alguna, la guitarra le permitió armonizarse con su voz interna, y desde ella, comienza a cantar para sí mismo hasta llegar a identificarse con la canción romántica a partir del bolero. Guitarra y voz es el hombre; el hombre mismo que su arte lo matricula con el oficio de músico que empuñando la guitarra concita su voz para que sea oída en otros escenarios, que al paso del tiempo lo encumbrarían a la fama.
Con la guitarra encuentra la satisfacción íntima del goce supremo que al cantar la expone a los demás, es decir, la hace pública socializando la música de compositores a fines a su estilo y a la concepción del bolero feeling.[...]
Fuente: Sofronín Martínez: el Juglar de Pasacaballos, por Enrique Luis Muñoz Vélez
Sofronín Martínez en los Grandes Especiales: “Una noche en la Quemada”
En entrevista con Marco Aurelio Alvarez, Sofronín Martínez, el alma bohemia de Cartagena, nos cuenta apartes de su vida y su música.
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